«Es un bajón la pandemia, la verdad que me cagó un año entero de mi carrera». Este es el sentimiento de Ivo Pohmajevic, un joven sanjuanino al que el Covid 19 le truncó una posibilidad única. Un club europeo de primer nivel se había fijado en él y lo había sumado de manera temporal para estudiarlo. Tristemente el virus llegó y arruinó todo.
Era el 2019, el rivadaviense tenía 16 años de edad y se encontraba en las inferiores de Lanús. A la entidad granate había llegado con apenas 12 años gracias a una prueba que realizaron en San Juan. En ese momento él defendía la camiseta del club que preside su papá, el Sioux Fútbol Club.
Durante esa temporada gracias a su representante y a su padre, Marcelo Pohmajevic, consiguió varias pruebas en Europa. Sus destinos principales eran dos: Portugal e Italia. Las tierras lusas ya las había conocido cuando tuvo la chance de mostrarse en el Benfica. Sin embargo la institución del águila decidió no sumarlo en ese entonces.
«Mi papá tenía un amigo y gracias a mi representante también pudimos hacer el contacto allá. Cuando tenía 14 años ya había ido a probarme a Portugal. Fue una muy linda experiencia. Portugal esta en muy buen nivel, creo que el Benfica es uno de los mejores clubes del mundo en inferiores», recordó.
De esta manera el fútbol del viejo continente no era algo desconocido para él. Es más, en esta segunda oportunidad llegaba con mucha más seguridad y habilidades que antes. Primero pasó por algunos clubes portugueses en los que no quedó. A raíz de ello decidieron abandonar este país y centrarse en el siguiente territorio que tenían planeado visitar.
Ivo empezó a probar suerte en varias instituciones italianas. Algunas se interesaban en él y otras no le dieron el visto bueno. Cada vez faltaba menos para que esta aventura terminara y tuviera que volver a entrenar con la quinta de Lanús. Una vez que terminaron todas las pruebas el sanjuanino se sentó con su representante a estudiar las ofertas que tenía.
Algunos equipos quedaron impresionados con el enganche y querían incorporarlo a sus inferiores. Sin embargo cuando ellos se encontraban realizando este análisis una nueva chance se presentó. La misma provenía de un equipo que nunca lo había visto jugar, sólo había recibido algunos videos de sus jugadas. Se trataba nada y nada menos que de la Sampdoria, un club histórico del Calcio italiano.
«La Sampdoria nunca me había visto jugar. En ese momento yo tenía otros equipos en mente y más confirmados, pero se dio la llegada a la Sampdoria. Fue de un día para el otro. Mi representante me llamó y me dijo: ‘Mirá, tenemos esto’ y entonces obviamente le dije que si. Es algo a lo que uno apunta, el irse afuera de Argentina a jugar en Europa o en distintos continentes», reveló.
Todo iba sobre rieles, ese viaje al continente europeo había superado inmensamente sus expectativas. El que un equipo de la primera división y con tanto historia se fijara en él no estaba en sus planes. Fue una grata sorpresa del destino que se prometió a si mismo no desaprovechar bajo ningún término.
Luego de que Ivo diera su visto bueno la «Samp» envió una oferta formal a Lanús. Se trataba de un préstamo por un año con opción de compra. Esto quería decir que si el enganche mostraba un buen nivel lo iban a incorporar definitivamente. Con ese pensamiento rondando su cabeza el sanjuanino comenzó a entrenar con el «Equipo Primavera». Así le llaman a la Reserva en Italia.
Si bien él estaba sumamente entusiasmado y le ponía todas sus ganas, el idioma fue una gran barrera. El no hablaba italiano y su director técnico sólo comprendía esa lengua. Esto provocó que a ambos se les hiciera prácticamente imposible entenderse.
«De las peores experiencias que tuve en el fútbol fueron los primeros meses en Italia. El técnico era medio exigente conmigo y yo no sabía el idioma, entonces habían cosas que no le entendía y eso me hacía extrañar un poco Argentina, pero a medida que lo fui llevando me fue cada vez mejor», manifestó.
Así fueron pasando las semanas y el rivadaviense se iba sintiendo cada vez un poco más cómodo, Siempre estaba en contacto con los futbolistas de la primera, sobre todo con los argentinos que siempre le daban una mano. Cada tanto a los futbolistas profesionales más jóvenes los bajaban para que entrenaran con ellos. Eso lo ilusionaba con que sólo estaba a un escalón de debutar en la máxima categoría y encima en una de las cinco ligas más importantes del mundo.
Pasaron un total de cuatro meses en donde el pibe pudo mostrar sus cualidades en distintos puestos. Hasta que sufrió una lesión. No fue demasiado grave pero si le demandó alrededor de un mes poder reponerse de ella. Cuando estaba por volver a pisar una cancha en los noticieros comenzaron a alertar sobre la aparición de un nuevo virus.
Se trataba del temido y a su vez en ese momento desconocido «Covid 19». China se encontraba sumida en una ola de contagios pero Italia junto con España eran de los más afectados. En este país empezaron a confirmarse más y más infecciones. La enfermedad llegó a las diferentes disciplinas, pero puntualmente al fútbol. Varios jugadores profesionales como por ejemplo el argentino Germán Pezzella se vieron afectados por el SARS-CoV-2.
Claramente en ese contexto las competiciones no podían darse y se suspendió todo. El panorama no parecía que fuera a mejorar en el corto plazo así quelos clubes tomaron una decisión. Le pagaron un boleto de avión a los juveniles que no eran italianos para que volvieran a sus casas. A todos les prometieron que volverían a traerlos cuando todo se calmara.
«Yo justo me fui un día antes de que cerraran los aeropuertos, tuve la suerte de irme justito en ese momento. Recuerdo que viajé sin barbijo. En ese momento Italia era uno de los peores países en el mundo. No se tomaba como algo tan grave, con el pasar de los meses se le empezó a dar más importancia. La Sampdoria se portó perfecto conmigo», rememoró.
De esta manera Ivo volvió a Argentina, más precisamente a Lanús. Si bien él se encontraba en Buenos Aires su cabeza quedó en Italia. En lo único que pensaba era en que el coronavirus no fuera algo tan grave y terminara rápido para poder volver. Los días y las semanas pasaban. Esta nueva enfermedad se convirtió en pandemia y lo único que hacía era empeorar.
Poco a poco las ilusiones del sanjuanino se fueron esfumando. Los meses pasaron y su contrato con el club italiano se terminó. De los 12 meses que había firmado, sólo pudo jugar cuatro. Al no haber tenido el tiempo suficiente para estudiarlo la Sampdoria decidió no volver a pedir una cesión. El Covid le había arruinado esta oportunidad incomparable al joven.
«Es un bajón la pandemia, la verdad que me cagó un año entero de mi carrera. Estuve cuatro meses jugando y no pude cumplir todo el año de cesión porque me fui en febrero a Argentina y hasta agosto no se volvió a entrenar. A mi se me terminó el contrato en junio, entonces capaz que en esos meses tenía una oportunidad de quedarme y poder tener un contrato en Europa», declaró.
Si bien fue un duro golpe el sanjuanino sabe que esto es así y que el fútbol tiene este tipo de cosas. No queda más que quitarse el polvo y volver a encontrarse con su mejor nivel para que más posibilidades como esta se presenten. Pohmajevic actualmente tiene 18 años de edad y se encuentra en un club con inferiores envidiables como Lanús.
Sin embargo cabe destacar que su situación allí no es segura ya que su contrato vence en junio de este 2021. Debido a ello nuevamente se encuentra analizando ofertas con un objetivo entre ceja y ceja: debutar en Primera. No importa el club o el país que sea, esa es su meta más grande a día de hoy.
«Tengo contrato hasta mitad de este año. Estamos viendo que opciones hay, pero siempre hay algo. Todo jugador apunta a Europa o por lo menos un club de nivel alto, pero si yo no tengo la oportunidad de irme capaz que con algún club de acá de la Argentina yo estoy bien. Mi objetivo es llegar a la Primera, no importa en qué club», sentenció.
Fuente: Canal 13